

LA VUELTA AL MUNDO EN MIL Y UN DÍAS narra las aventuras del viajero Jorge Sánchez por una cincuentena de países y territorios de los cinco continentes con escaso dinero, trabajando en cualquier cosa en el transcurso del viaje, utilizando medios locales de locomoción e integrándose con los nativos de los países que iba recorriendo. Jorge Sánchez decidió un buen día abandonarlo todo para viajar a los países más exóticos e interesantes del Extremo Oriente.
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Sin embargo, lo que en un principio planteó como un viaje por Asia de un año de duración, acabaría convirtiéndose en una auténtica vuelta al mundo. Durante casi tres años, Jorge viajó en el tren Transiberiano; ingresó como monje en un Monasterio Zen, estudió Mandarín; recorrió el oeste de China, hasta alcanzar la frontera con Afganistán, y atravesó en pateras los islotes traicioneros de Sulu, infestados de piratas, hasta arribar a Borneo. Su viaje continuó por Australia, Nueva Zelanda y otras islas de Oceanía. Una vez llegado a América utilizó el autostop y los trenes de mercancías para cruzar Norteamérica hasta llegar a Panamá. Todo ello burlando escaramuzas de guerrilleros, antes de volar de regreso a Europa. Luego recorrió el norte de África, desde Egipto hasta Marruecos para, desde allí, entrar en España. Mas, antes de volver a su casa en Hospitalet, peregrinó a Santiago de Compostela donde, lleno de emoción, abrazó al Apóstol y le agradeció el éxito y la riqueza de conocimientos adquiridos durante su viaje.
Ficha técnica